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Seguro de Vida

El seguro de vida de Ávila Seguros garantiza tranquilidad financiera a tus seres queridos, cubriendo deudas, educación y manutención en caso de tu fallecimiento.

¿Por Qué Contratar un Seguro de Vida?

El seguro de vida de Ávila Seguros está diseñado para proteger a tus seres queridos en caso de fallecimiento, asegurando estabilidad económica en momentos difíciles. Este seguro cubre deudas, gastos de manutención y educación de tus hijos, garantizando su futuro. Es una herramienta clave para brindar tranquilidad y respaldo financiero a quienes más amas. En Ávila Seguros, priorizamos tu paz mental y la de tu familia.

¡Protege lo que más importa con Ávila Seguros!

Descubre nuestras soluciones en seguros diseñadas para cuidar tu salud, tu patrimonio y tu futuro. Contáctanos hoy y recibe asesoría personalizada para encontrar la protección ideal para ti y los tuyos.

Beneficios del Seguro de Vida

Nuestro seguro de vida ofrece protección financiera integral para tu familia, respaldo económico en gastos esenciales, planes personalizados según tus necesidades y tranquilidad garantizada. Asegura el futuro de tus seres queridos con el apoyo confiable de Ávila Seguros y vive con confianza y seguridad.

Respaldo Económico

Protege a tu familia cubriendo deudas, educación y manutención.

Planes Flexibles

Diseña un plan a tu medida con coberturas flexibles.

Tranquilidad Garantizada

Garantiza tranquilidad financiera en momentos difíciles.

Protección Integral

Asegura la estabilidad económica de tus seres queridos.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es un seguro de vida?

Un seguro de vida es un contrato entre un asegurado y una aseguradora en el que la aseguradora se compromete a pagar una suma de dinero (beneficio por fallecimiento) a los beneficiarios designados en caso de fallecimiento del asegurado, a cambio de pagos periódicos conocidos como primas.

Un seguro de vida proporciona protección financiera a tus seres queridos en caso de que fallezcas, ayudándoles a cubrir gastos como:

  • Costos funerarios.
  • Deudas pendientes (hipoteca, préstamos).
  • Educación y manutención de tus hijos.
  • Sustituir el ingreso perdido por tu fallecimiento. Además, algunos seguros de vida también pueden funcionar como una herramienta de ahorro o inversión.

Existen varios tipos de seguros de vida, entre los más comunes se encuentran:

  • Seguro de vida temporal (a término): Cubre al asegurado durante un período específico (por ejemplo, 10, 20 o 30 años). Si el asegurado fallece durante ese tiempo, se paga el beneficio a los beneficiarios. No acumula valor en efectivo.
  • Seguro de vida entera (permanente): Proporciona cobertura de por vida, siempre y cuando se paguen las primas. También acumula un valor en efectivo que puede ser prestado o retirado durante la vida del asegurado.
  • Seguro de vida universal: Es un tipo de seguro permanente que combina cobertura de vida y una cuenta de ahorro o inversión flexible, con primas ajustables.
  • Seguro de vida variable: Similar al seguro universal, pero permite que el valor en efectivo se invierta en fondos de inversión seleccionados, lo que puede generar ganancias o pérdidas dependiendo del mercado.

La cantidad de cobertura que necesitas depende de varios factores, como:

  • Ingresos y deudas (hipotecarias, préstamos, etc.).
  • Número de dependientes (hijos, cónyuge, padres, etc.).
  • Objetivos financieros a largo plazo (como la educación de los hijos o el mantenimiento del nivel de vida de la familia).
  • Gastos funerarios y otros costos imprevistos.


Muchos expertos sugieren que la cobertura debería ser entre 10 y 15 veces tu salario anual, pero esto varía según tu situación financiera y necesidades específicas.

Si dejas de pagar las primas, las consecuencias dependerán del tipo de seguro contratado:

  • Seguro de vida temporal: La póliza generalmente se cancela automáticamente y pierdes la cobertura.
  • Seguro de vida permanente: Si tiene valor en efectivo acumulado, este podría usarse para cubrir las primas pendientes por un tiempo. Sin embargo, si se agota el valor en efectivo y no realizas el pago, la póliza se cancelará.
    Es importante comunicarte con tu aseguradora para evaluar opciones y evitar la cancelación.